Frustrado con el «Libro de Manuel», una novela de Julio Cortázar


Julio Cortázar es uno de mis escritores preferidos (mejor que «favoritos», ¿verdad?). Después de leer su cuento «El perseguidor», incluido en su libro de relatos Las armas secretas, me propuse leer la totalidad de su obra. De hecho, es el autor con más reseñas en este blog: Todos los fuegos el fuego, Deshoras, La otra orilla, Alguien que anda por ahí, Queremos tanto a Glenda, Final del juego y Octaedro. Aunque sin comentarios en el blog, también leí Bestiario y Las armas secretas. Incluso me atreví con Rayuela, su novela más celebrada.

De nuevo Gabriel García Márquez, esta vez con «El amor en los tiempos del cólera»


Cada vez que termino una novela me pregunto si el autor siguió un esquema previo o se dejó llevar. En esta ocasión, y sin tener ningún fundamento objetivo, me he convencido de que García Márquez fue arrastrado por su imaginación para llevarle a uno de los finales posibles sin que él lo tuviera decidido al comenzar a escribir.  Me atrevo a hacer esta suposición porque los protagonistas, o aparentes protagonistas, de la primera parte de la novela no son los auténticos protagonistas del resto del relato. Puedo estar equivocado, nunca llegaré a saberlo, lo sé, pero ¿esta convicción resta valor a la obra? Sí y no. Sí lo hace si se entiende esta novela como una narración improvisada en lugar de algo meditado y con una intención previa; no lo hace si vemos la novela como un producto gozoso del placer escritor de una imaginación tan exuberante como la del autor.

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