Inicio mi blog sobre novela y tecnología, o tecnología y novela, con un ejemplo reciente de la dificultad de entendimiento entre dichas materias, que me recuerda mucho la incomprensión entre un cristiano con un musulmán o un seguidor del Real Madrid con uno del Barcelona o un intelectual de derechas con uno de izquierdas o, llegado el caso, un admirador de Bob Dylan y otro de Justin Bieber.