Puede que alguno quiera matarme cuando sepa que he aplicado matemáticas a Julio Cortázar. ¿Medir lo inconmensurable? Imposible, dirá otro más comedido. Bobadas, dirá alguien más soso. Pero nos guste o no, todo es susceptible de ser cuantificado; y lo que no lo es, no lo es porque todavía no se ha descubierto cómo hacerlo, pero lo será.
En esta ocasión, mientras leía Final del juego, una de las primeras recopilaciones de cuentos de Julio Cortázar, consciente de la variación en los enfoques (narrador en primera, segunda o tercera persona) y de los tiempos utilizados (presente y pasado), me pregunté si mi apreciado escritor tuvo algún enfoque/tiempo preferido, así como cuál fue su evolución desde sus primeros cuentos hasta los últimos que publicó, es decir, entre 1945 y 1982, respectivamente. Alguien pensará que lo mío es afición insana por los números; algún otro creerá que soy un ejemplo claro de afición voyerista por lo que no es propiamente literatura, afición de la que no debo esperar que mejore mi oficio de escritor. Como en tantas otras cosas, en este caso tampoco sé la razón última de lo que hago. Sí sé que disfruto haciéndolo y también lo que espero aprender
En vida de Julio Cortázar se publicaron ocho antologías de cuentos más una más que apareció póstumamente (esta última incluía los relatos que el autor consideraba de calidad insuficiente). De estas nueve recopilaciones, dos de ellas ya las he reseñado/comentado en este blog: Alguien que anda por ahí y La otra orilla. En total escribió 90 cuentos (corríjaseme, por favor, si estuviese equivocado), con el siguiente desglose por tipo de narrador: 48 en primera persona, 6 en segunda y 36 en tercera. Es decir, prefirió la primera persona, aunque la simultaneara con la tercera.
Por tiempo narrativo: 24 cuentos están escritos en presente, mientras que 66 lo están en tiempo pasado, 35 en primera persona, 28 en tercera y unos escasos 3 en segunda.
La siguiente pregunta podría ser: ¿esta distribución es homogénea en el tiempo o muestra alguna evolución a lo largo de los años? Parece que sí hubo una tendencia, una con forma de «U», como se puede ver en el gráfico que hace de cabecera de este artículo, gráfico en el que enfrento la tipología de cuentos en función del enfoque/tiempo contra el año de publicación.
En las recopilaciones de juventud, Julio Cortázar pareció arriesgar menos puesto que escribió, sobre todo, cuentos en pasado, tanto de primera como de tercera persona; situación que vuelve a darse en las últimas recopilaciones de su vida, con pequeñas incursiones en otros formatos. Sin embargo en las antologías de su época intermedia parece apostar por cuentos con una mayor originalidad y dificultad, como son los cuentos en presente, tanto de primera como de tercera persona.
En mi opinión, la anterior es una trayectoria saludable que parece decirnos: en tiempos de aprendizaje, mejor centrarse en hacer bien lo de siempre; una vez se domina la técnica, hay que lanzarse a experimentar; cuando ya se es un maestro (no digamos un genio, como Julio Cortázar) no hace falta arriesgar tanto ya que la calidad se hace evidente, sea cual sea el camino que se elija. Esta moraleja, que me he permitido deducir de los números anteriores, no deja de ser una interpretación libre con la que se puede discrepar. Aun así, me arriesgo a pronosticar algo más: dicha conclusión es de utilidad práctica no solo en el oficio de escritor sino en casi cualquier actividad humana (que necesite algún tipo de esfuerzo o habilidad para desarrollarla, claro).
Discrepante, por favor, muéstrate en los comentarios. Serán agradecidos.
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