He leído "Grandpa's Great Scape", una novela infantil/juvenil de David Walliams

Una vez, un amigo muy querido me dijo que él leía todo lo que caía en sus manos, desde los prospectos de medicinas hasta los manuales de electrodomésticos traducidos del chino a través del inglés, pasando por la publicidad que atascaba su buzón. Todo.

Yo no llego a tanto, pero reconozco que tengo cierta compulsión lectora que me susurra "lee esto no vaya a ser que te pierdas algo que realmente te interese". Menos mal que el filtro más implacable que existe, el paso del tiempo, me insiste en que no hay tiempo para leer todo lo que me gustaría y que es obligado seleccionar; de ahí que me haya impuesto unos pocos criterios para elegir mis lecturas, de los que ya hablé AQUÍ y AQUÍ. Sí, es lo que aparenta, soy muy ordenado; lo que no impide, sino más bien facilita que, entre esas vallas invisibles que me coloco, deje que mi imaginación se desboque. De ahí que, en esta ocasión, he decidido leer un libro infantil/juvenil en inglés tras la única recomendación de una niña de doce años, mi hija. La gracia está, sobre todo, en que mi nivel de inglés no sobrepasa el nivel intermedio, lo que me ha obligado a deducir gran cantidad de frases por el contexto, como muy bien me aconsejó mi hija, viendo las reticencias que yo mostraba para iniciar la lectura de un libro de 450 páginas, íntegramente en inglés. Primera lección aprendida: a veces, los consejos de una niña de doce años pueden ser más provechosos que los de escritores consagrados.

En esta novela, "Grandpa's Great Scape" (algo así como "La gran escapada del abuelo"), David Walliams, un polifacético escritor inglés, tiene el atrevimiento de presentar una historia relacionada con la enfermedad de Alzheimer a un público preadolescente. Lo hace utilizando todos los clichés que puede para hacer atrayente la historia a lectores muy jóvenes, pero sin dejar de mostrar los efectos de aquella enfermedad en el comportamiento de los afectados y de las personas que les rodean. Todo ello unido a una dosis adecuada de intriga y a una estructura convencional pero muy eficaz, con planteamiento, nudo y desenlace, resulta en una historia agradable de leer. Segunda lección: no hay tema que no pueda contarse a cualquier público, si se hace de forma inteligente.

Desde luego, no es una lectura que recomiende a adultos, sobre todo si no dominan el inglés ni tienen hijos pequeños que les insistan en hacerlo, pero me ha parecido una experiencia muy gratificante que merecía ser contada en este blog.




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