Al comienzo de mi "nueva vida", hará unos cinco años, utilicé Evernote para estos menesteres, pero tras los cambios decretados en su utilización por los creadores de este programa, sobre todo el número máximo de dispositivos en los que podía instalarse, decidí pasarme a Microsot OneNote. De esto hace un año. Tras este tiempo, demuestro nuevamente mi ausencia de todo tipo de afección por cualquier programa informático, al haber decidido que regreso a Evernote. Aquí van las principales razones:
- Mucho más que deficiente sincronización entre dispositivos por parte de OneNote, que me obligaba a continuas depuraciones manuales.
- Unas funciones de búsqueda más avanzadas en Evernote, ya que en OneNote solo existe la posibilidad de buscar por palabra/frase sin ningún tipo de filtro/condición.
- Continuos reinicios y bloqueos imprevistos de OneNote, sobre todo en Android, pero también en Mac OS (no he probado en Windows).
- Defectuosa capacidad de enumeración de listas en OneNote, tras incorporar nuevos ítems a las mismas.
- En la aplicación de Microsfot, las nuevas notas se van colocando en las carpetas por orden de creación y no existe la posibilidad de reordenarlas aplicando algún tipo de criterio; solo se puede modificar el orden manualmente, cambiándolas de posición una a una.
Muy bien, pero ¿cómo he solventado la limitación de dos dispositivos en Evernote? En primer lugar, he comprobado que en dispositivos con Android y con iOS (el utilizado en los iPhone e iPad), no se puede utilizar Evernote Web (uso mediante un navegador de internet cualquiera, Explorer, Safari, u otros) y por tanto, si se quiere tener operativo Evernote, hay que utilizarlo a través de una "app". Sin embargo, en los ordenadores con Windows o con MacOS puede utilizarse Evernote tanto en su versión Web como en su versión "app". También he confirmado que la limitación de dos dispositivos que impuso Evernote SOLO se refiere al número de dispositivos que tengan instalada la "app", de forma que la versión Web de Evernote no tiene limitación. Esta situación, de la que me podía haber dado cuenta hacia un año, me ha permitido plantearme la vuelta a Evernote del siguiente modo: he instalado la "app" de Evernote en mi móvil Android y en mi tablet, también Android; en los ordenadores que utilizado habitualmente (uno con Windows y otro con MacOS) no he instalado la aplicación sino que utilizo Evernote en su versión web, plenamente operativa, aunque con alguna función menor que en la versión "app". "Et voilà", cuatro dispositivos con Evernote.
Es una delicia comprobar la suavidad de funcionamiento de Evernote, en especial la sincronización entre dispositivos, además de disfrutar del llamado "interface" de usuario, es decir, la forma en la que presenta la información en pantalla, desde mi punto de vista, mucho más amigable que la que utiliza OneNote. Todo ello acompañado de una robustez y una estabilidad de funcionamiento que debería hacer enrojecer de vergüenza a Microsoft, como desarrollador de OneNote.
¿El mayor inconveniente de esta nueva migración? Que mientras el traslado de datos desde Evernote a OneNote está automatizado, incluso mediante un programa creado por Microsoft para promover dicho traslado, el movimiento desde OneNote a Evernote tiene que hacerse manualmente, nota a nota. Por ello, el proceso se hace pesado, aunque mirándolo por el lado positivo, puede servirme para depurar y borrar todas aquellas notas que ya no me sirven y que he ido acumulando a lo largo del tiempo. Al fin y al cabo, algo que no he leído en un año y que ya no sé ni que tengo, es casi seguro que no volveré a leerlo.
¿Y tú, eres de Evernote o de OneNote?
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