Con este escenario, ante el que un lector occidental puede resultar fácilmente impresionable, se resuelve una historia convencional entre dos personas, enfrentadas al comienzo y que son llevadas al límite de su amistad. En este caso, "convencional" no tiene connotación negativa, sino que viene a calificar a una historia lineal en su desarrollo, sin ideas y venidas en el tiempo, y con un planteamiento, nudo y desenlace como mandan los cánones. Es decir, sin concesiones a experimentos literarios tan del gusto de los expertos pero no tanto de los lectores de a pie que, son al final, los que de verdad importan.
Una historia aderezada con los oportunos antagonistas malos-malísimos y la cambiante situación política de Afganistán en los últimos treinta años. De alguna forma, la técnica narrativa que utiliza el autor me recuerda a la de cierta novela histórica, en la que su eficacia depende del contraste de ejemplares acciones humanas con un contexto muy adverso como lo fue el de la Edad Media o es el de la mayoría de los países con gobiernos islamistas radicales. Me imagino una mariposa de alas azules flotar sobre una ciénaga. Siempre impresiona y siempre funciona.
Una historia fácil de leer, en algunos momentos previsible, pero muy efectiva y emocionante, con imágenes visuales muy impactantes, como la de masticar piedras, como tiene que hacerlo una de las protagonistas obligada por su marido.
Hola Javier, la leí hace muchos años y me encantó, bueno más bien me impresionó. Gracias por la reseña, igual la releo...
ResponderEliminarun saludo
Gracias a ti por pasarte por el blog.
EliminarUn saludo.