Brevísimo comentario de «La nariz», un cuento de Nikolai Gogol


Leo este cuento mientras tomo el sol en la playa. En medio de la arena veo una nariz con sombrero que pasea tan campante mientras que un alto funcionario sin nariz no sabe dónde había ido a parar su apéndice facial.

El cuento avanza en medio de situaciones imposibles, que sigo leyendo porque es una prosa accesible, hasta que llego al final.

Reflexiono sobre lo leído, pienso que Kafka pudo basarse en este cuento para su «Metamorfosis». Intento encontrar el tema, la moraleja o algún sentido, pero no lo encuentro. Miro en Google, pero no me convencen los argumentos que leo. Como en otros casos, y dado el encumbramiento de este relato, termino por creerme no apto para la alta literatura.

Dejo aquí los únicos cuatro fragmentos que he anotado como interesantes:

  • El frac de Iván Yákovlevich (porque Iván Yákovlevich jamás usaba levita) ostentaba tantos lamparones parduzcos y grises que, a pesar de ser negro, parecía hecho de tela estampada; además tenía el cuello lustroso de mugre y unas hilachas en el lugar de tres botones.
  • El comisario era gran amante de todas las artes y los productos manufacturados, aunque por encima de todo prefería los billetes de banco.
  • Podía perdonar cuanto dijeran de su persona, pero de ningún modo lo que se refiriese a su categoría o a su título.
  • Pero no hay nada eterno en el mundo. Por eso, la alegría del primer instante no es ya tan viva a los dos minutos, al tercero se debilita más aún y al fin se diluye inadvertidamente con el estado de ánimo habitual, lo mismo que el círculo formado en el agua por la caída de una piedra acaba diluyéndose en la superficie lisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Redes sociales