Por eso, agradecí la lectura del artículo 7 Ways Reading Books Helps Managers Improve Their Perception, de Christopher Austin y LoveReading.co.uk, incluido recientemente en el blog Writers Write. Aunque enfocado a los directivos de empresas, me pareció que podría ser igualmente valioso para cualquier persona, aunque no tuviera un puesto directivo/ejecutivo; de ahí que, tras el amable consentimiento del autor, me propuse comentar dicho artículo en mi blog.
Ahí van los, al menos, siete beneficios que conllevaría la lectura de libros (respaldados por diferentes estudios científicos):
- Aumento del número y variedad de las palabras que se suelen utilizar, lo que redunda en una mayor utilización del cerebro y, a largo plazo, en una mejora de las capacidades mentales y en una ralentización de los problemas asociados con el envejecimiento. Esta consecuencia, llamemos"interna", del conocimiento de más palabras, tiene otra consecuencia "externa", la siguiente.
- Una mayor habilidad en la relación con otras personas al expresarse con más precisión; además de sorprender a los demás con un vocabulario más extenso del habitual, vocabulario este último en el que se abusa de los clichés y de las frases hechas precisamente por escasez de palabras aprendidas.
- Reducción del estrés. Es difícil continuar estresado mientras se está sumergido en un mundo que, aunque imaginario, es muy verosímil; viajando al lado de personajes con los que empatizamos y que llegamos a considerar parte de nosotros mismos.
- A mayor regularidad en la lectura de ficción, mayor capacidad de analizar los problemas con rapidez.
- La mejora de la memoria no está tan bien estudiada como los aspectos anteriores, pero parece lógico pensar que si se utiliza más y mejor el cerebro por la lectura, la memoria tiene que ser una beneficiada colateral. No en vano, recordar una historia de varias centenares de páginas con decenas de personajes que no existían hacía solo unos pocos días requiere que el cerebro se mantenga en forma, también en lo que respecta a la memoria.
- Cuanto más se lea, mejor se escribirá, aunque solo sea por el deseo inconsciente de imitar lo que apreciamos, un aspecto de nuestro comportamiento puramente evolutivo. De ahí que, desde mi punto de vista y en lo que respecta a este apartado, es importante elegir buenas lecturas para no contaminarse de los defectos de escritores mediocres.
- La lectura permite romper con la rutina diaria sin necesidad de grandes desembolsos monetarios ni de tiempo. A poco que uno lo intente, es sorprendentemente fácil encontrar tiempo para leer todos los días. Si sumáramos todos los minutos que estamos delante de la pantalla del televisor consumiendo sin cuestionar lo que se emite, los minutos que pasamos frente al ordenador o con el móvil navegando por internet sin saber muy bien a donde ir, los minutos para revisar el timeline en facebook o en twitter de amigos que no son tales, nos asustaríamos de las horas desperdiciadas y que podríamos utilizar para leer novelas. Claro, leer una novela media puede llevar treinta horas o más y hay que repartirlas en varios días mientras que una película, un capítulo de una serie o un programa de televisión normal no suele pasar de las dos horas; pero es que los beneficios que aportan unos y otros medios también son incomparablemente diferentes.
Tú decides.
ummmm, ser menos sensible a las campañas publicitarias o a las consignas de los partidos políticos o a los programas basura, es un coste??? pues estoy dispuesta a pagarlo, jajajaja
ResponderEliminarInteresante artículo, gracias.
Claro, podría haber acotado más y explicar para quien es el coste en realidad, pero he preferido que cada lector/a lo dedujera enfrentándole a su propia situación.
EliminarGracias a ti por leer y comentar este artículo.
Muy buen articulo Javier. Si me permites, añadiría un beneficio adicional en los libros de ficción : Vivir otras vidas en el espacio y en el tiempo vetadas por nuestras limitaciones humanas. Disfrutar pasiones, paisajes, intrigas, miedos,..... del pasado y del futuro, lejanas e imposibles y luego volver a nuestra sencilla realidad beneficiada de esa experiencia mental que hemos vivido.
ResponderEliminarExcelente comentario, Javier. Estoy de acuerdo con el beneficio que mencionas, aplicable a cualquier lector, pero también a los directivos de empresas a los que se dirigía en origen el artículo. Gracias a la lectura, un directivo puede hacer más soportable un trabajo que le desagrada, pero al que se siente obligado; la ficción aportaría un escape para hacer más llevadera su vida y productivo su trabajo reales, al permitirle "vivir" otra vida.
EliminarGracias por tu aportación.
Saludos cordiales.
No pensaba tanto en los directivos como en las personas más sencillas. El directivo, en el fondo, tiene capacidades y medios para vivir más plenamente situaciones que se escapan a las personas comunes. La persona más humilde con un libro en sus manos puede "vivir" momentos maravillosos ( y pervivir en él dependiendo de su memoria). Seguro que te suena lo que digo.
EliminarTotalmente de acuerdo contigo, Javier, salvo en que "el directivo, en el fondo, tiene capacidades y medios para vivir más plenamente situaciones que se escapan a las personas comunes". No hay nada más común que un directivo, en mi opinión.
EliminarGracias por este interesante debate.
Hola, Javier:
ResponderEliminarMe gustaría creer que leer nos trae todos esos beneficios, pero tengo dudas. Creo que depende mucho de cómo se lee, con qué intención o con qué espíritu. Leer por leer posiblemente no tenga efectos reseñables, más allá del mero divertimento, y posiblemente se salga del libro como se entró. Quizá tendríamos que empezar por desprestigiar la lectura. En política, suele tener efectos insospechados...
En fin, pero sigamos leyendo al menos quienes sí somos capaces de obtener todo ese rédito de ella.
Un abrazo literario.
Gracias, Marian, por tu comentario. También porque has provocado que siga reflexionando sobre este tema; reflexiones que cada vez son más largas y que pueden hasta merecer que escriba un nuevo artículo. De lo pensado hasta ahora, creo que discrepo contigo. Solo pondré un símil cotidiano: ¿en qué se parecen leer y comer?
EliminarDesde luego es mejor comer que no comer —no hace falta decir por qué—; aún así, hay casos en los que comer mal es perjudicial —más de lo que nos gustaría: azúcar, grasas, etc.—; pero no hay ninguna duda de que lo mejor es comer bien, con sentido. Si sustituyes «comer» por «leer» creo que podrás ver lo que pienso.
Abrazo de fin de semana.
Claro: leer con intención, con sentido. Eso sí. Entonces, sí. Y entre leer y no leer, pues como entre comer porquerías y no comer nada, que también está claro. Eso sí: lo nutritivo es otro cantar.
EliminarMás abrazos.