También me ha sorprendido la soltura con la que cambia de voz narrativa, de indirecta a directa, incluso en el mismo párrafo; ejercicio que permite al narrador, en tercera persona, estar tan «pegado» a la protagonista que llega a confundirse con ella. Técnica narrativa, esta, que me ha parecido tan original que tengo intención de probar en mis propios escritos.
El resto de aspectos (argumento, tema, caracterización, ambientación, etc.), aun siendo tan importantes como bien resueltos en la novela, no me han parecido tan llamativos como para comentarlos aquí.
Quiero terminar reproduciendo un párrafo en el que se define magistralmente el objetivo final de la literatura:
«Palpitar con los personajes que corren por las páginas, beber el zumo del pensamiento ajeno, experimentar la embriaguez postergada de un placer que pertenece a otros. Exaltar nuestros sentidos a través del espectáculo siempre repetido del amor por representación.»
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