"La niebla", un relato de Stephen King

¿Por qué suelen defraudar las lecturas de las sucesivas obras de un autor? Me pasó con Jorge Amado y ahora con "La Niebla". Terminé "El resplandor" agradecido a Stephen King de las dosis de intriga y suspense que me había inoculado. Eso es, estaba agradecido por sufrir. Con "La niebla" temía y esperaba sucesos inesperados tras cada escena. No ha sido así. Aparecían monstruos por todas partes, en "El resplandor", no; no hay o no he encontrado un tema que soporte el argumento, bastante lineal, por otra parte, como sí lo había, y muy bien presentado, en "El resplandor".


Supongo que me ha sucedido lo que es natural que nos suceda tarde o temprano con todo autor, aunque nos resistamos a reconocerlo: que la calidad de sus obras sufre altibajos. Así, "La niebla" se encontraría en un valle de la cordillera creativa de Stephen King, como una ejercicio práctico de escritura, de ahí que parece que el desenlace no se produzca de una forma necesaria e inesperado, sino cuando el autor se cansó de escribir. Tratándose de una novela corta o de un relato largo, se le puede perdonar al maestro King.

De este cuento salvaría el comienzo (¿sería por la inercia de la reciente lectura de "El resplandor"?), limpio de sucesos sobrenaturales, donde se prepara el ambiente y los personajes para los acontecimientos que sucederán después.

Completan el volumen otros dos relatos mucho más cortos:  "El atajo de la señora Todd" y "El mono"; lamentablemente, en el mismo valle creativo de Stephen King.

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