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«El ascensor», un cuento de Javier Peñas Fernández

    


    Su secretaria le había buscado un hotel cercano al congreso de París, pero la proximidad no evitó que la lluvia le mojara hasta la cartera y el pasaporte, que guardaba en un bolsillito interior de la americana. Gómez corrió lo más rápido que pudo hasta el hotel, se paró en me-dio del vestíbulo y miró a ambos lados. Un empleado uniformado se dirigió hacia él.