«Las galas del difunto» es una de las obras teatrales, nombradas como esperpentos por el propio autor, Valle-Inclán, incluida en la trilogía «Martes de Carnaval». Esperpentos, en mi opinión, no tanto porque se presente la realidad de una forma grotesca como amplificada: los malhablados hablan peor, los 'agarrados' son tacaños, los comilones se convierten en glotones, ... ¿Para qué? para hacer más visible al espectador los temas que le interesan al autor; en este caso, el absurdo de las guerras o el despotismo de los poderosos.