Impresiones de "La visita al maestro", de Philip Roth



Empiezo por el final: quiero leer más de Philip Roth. Lo necesito, me empuja a ello la lectura de esta novela; pero Manhattan Transfer, el libro de John Dos Pasos, me tiene secuestrado, espero que por poco tiempo más.


La visita al maestro es la primera novela de las cuatro que componen la tetralogía Zuckerman encadenado. Es una historia de escritores en la que el lector es introducido, imperceptiblemente, en el ámbito íntimo de una pareja, como un espectador que empieza siendo ajeno y que termina absorbido por la trama. En esta evolución se indaga en las emociones de ese extraño que al final no lo es, a la vista de la sucesión de sencillos acontecimientos, que esconden grandes enigmas de la naturaleza humana.

Es fácil que alguien que aspira a ser escritor, como pretendo ser yo, termine identificándose con ese espectador entrometido, y sufra los vaivenes de su ilusión por el maestro conforme este va mostrando facetas que aparecían ocultas. Por supuesto, el primer escritor al que cabe asimilar con el espectador es el propio Roth, de forma que, como toda ficción, y en esta aún más, no deja de ser una forma de autobiografía; la voz cercana, y que pretende ser sincera del narrador protagonista en primera persona, y el tratamiento sin reparo de la temática judía refuerzan aquella sensación.

La maestría del autor se pone de manifiesto al conseguir que el lector no abandone la lectura, a pesar de que casi toda la historia se desarrolla dentro de una vivienda, con solo cuatro personajes principales y con muy poca acción. También porque muy desde el comienzo el lector se siente intrigado por la presencia de uno de ellos (la que yo he llamado niña-mujer) como una bomba de relojería que se espera que estalle en cualquier momento. Lógicamente, para conseguirlo, el autor ha tejido una tela de araña que relaciona cada personaje con los otros tres, construida con unos hilos fuertes y nítidos que se van tensando sin remedio.

Como en toda buena novela, no se evidencia un tema concreto y se sugieren muchos, dejando que el lector se apropie del que más se acerque a su sensibilidad. Para mí, entre otros aspectos, esta novela habla de la idealización del escritor, de la moral judía, de la necesidad de ser queridos y reconocidos. Cada tema nace de cada uno de los hilos que relacionan entre sí cada pareja de personajes. Es genial la capacidad de Roth para elevar a nivel literario el submundo de los celos y de las pequeñas traiciones dentro del mundo familiar.

El estilo es sencillo y claro, no rebuscado, con poca atención a la ambientación física, salvo al comienzo; quizás el autor pensó que el lector debería tener suficiente con aquella ambientación inicial ya que la de verdad aparecería más tarde a través de la interacción de los personajes.

He anotado bastantes frases interesantes, indicio claro de que se trata de una obra de gran calidad literaria. Aquí van unas pocas (entre paréntesis mis comentarios):
  • "Por efecto de esta atención, yo iba amontonando observaciones precoces, para luego colgarme literalmente de cada uno de sus suspiros o gestos, tomando lo que no era sino un leve amago de dispepsia, por la digestión, por las más funestas condenas de mi gusto y de mi inteligencia." (Observación certera de la ausencia de crítica a la que se somete el discípulo frente al maestro)
  • "Y el pelo igual de negro que el de su marido, pero en versión femenina, rizado y más largo. Como para fregar una cacerola con él." (¿Se puede despreciar más a alguien?)
  • "Era una cabeza que bien habría podido ser obra de técnicos japoneses, con su gran talento para la miniaturización, que luego se la hubieran regalado a los judíos, para que la adornaran con un pelo oscuro de vendedor de alfombras, unos ojos precavidos, oscuros y tasadores, y un pico curvado de pájaro tropical". (Todo un reconocimiento al espíritu judío)
  • "No pasábamos por ningún jardín delantero, ningún camino de entrada, ningún garaje, ningún farol, ninguna fachada de ladrillo con su pequeña escalinata, que no ejerciera algún poder sobre mí. Aquí practiqué mi curva de lanzamiento lateral, aquí me rompí un diente con el trineo, aquí fue mi primera metedura de mano, aquí me dio un azote mi madre por fastidiar a un amigo, aquí me comunicaron la muerte de mi abuelo." (¡Qué buen uso de la aliteración para hacer una película de la vida!)
  • "Pero yo me metí de un salto en el autobús, y en seguida la puerta accionada por aire comprimido, con su grueso reborde de caucho, se cerró de un golpe que me pareció excesivamente apropiado, como uno de esos símbolos que uno procura no introducir nunca en los relatos literarios." ("Un golpe... excesivamente apropiado" no parece un golpe real pero cumple su función de "golpear" al lector; con el corolario del guiño final a un escritor/lector)

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5 comentarios:

  1. Yo con Roth no lo tengo del todo claro. Me gusta mucho la complejidad de la estructura, acabo de leer la Contravida. Me aburre a morir tanto tema judío, me parece interesante hasta cierto punto, luego me satura. No me gusta leer libros con un estilo simple como es el caso de Roth. Particularmente encuentro mejor a Joseph Roth. Sin embargo, la trama que cuentas de este libro me puede interesar, me lo leeré en el futuro, pero ya te digo que estoy saturadita de Zuckerman y sus problemas judaicos que me pillan tan lejos.
    Besos

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    1. Te entiendo, es cierto, el asunto judío salpica todo el libro; sin embargo, aunque a veces tenía la sensación de que me perdía algo por no estar muy al tanto de ese tema, conseguía olvidarme de él lo suficiente como para identificar lo que me importaba: la relación entre las personas. Y de esto último, Roth sabe un rato.
      Gracias por pasarte por aquí y comentar, Celia.
      Besos.

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  2. Toda la razón, por algo es grande el señor. Además trabaja unas estructuras muy complejas.
    Besos

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  3. A mi también me parece un gran escritor, si bien su estilo me cuesta mucho, sobre todo en los que predomina el diálogo. Creo que sus historias y personajes son muy interesantes, y una vez que he acabado un libro de él pasa a ser uno de los mejores que he leído. Leeré este que aconsejas. Un saludo

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    1. Buen comentario, Pablo. Es verdad, en muchas ocasiones el esfuerzo que hacemos por absorber todo lo que quiere transmitir el autor con su obra es como una inversión que nos permite aumentar el disfrute de lo leído.
      Gracias por pasarte por aquí y por comentar.
      Otro saludo.

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